¿Alguna vez nos sentiremos realmente seguros de dar ese paso importante de nuestra vida? La respuesta es NO.

¿Por qué no? Porque dar un paso hacia adelante implica avanzar hacia algo que desconocemos, implica ir a un territorio desconocido de la vida donde no tenemos pruebas de poder estar a la altura de las circunstancias y eso nos activa indefectiblemente la emoción del miedo y la inseguridad.

¿Acaso cómo habríamos de hacer para sentirnos seguros ante algo que no hicimos nunca, que por ende puede salir mal y cuyo resultado nos resulta muy importante? ¿No es acaso natural sentirnos con miedo? Entonces estás ante un nuevo trabajo, o estás pensando en irte a convivir con tu pareja, o estás analizando tener un hijo o dejar tu empleo y emprender un negocio y te sentís con miedo… Y como no te pusiste a pensar desde ésta perspectiva que te propongo te parece que sentir miedo es una señal que indica que no sería bueno que avances. Pero no es así…

Entonces tal vez lo que tengas que proponerte no sea sentirte más seguro o segura antes de avanzar sino el aprender a convivir con esa inseguridad y tolerarla. Dejar de anhelar la preciada seguridad y entender que ella llegará luego de que hayamos aprendido a avanzar inseguros. La seguridad llegará una vez que nos desarrollemos en eso que hoy nos da miedo. La vida es correr detrás de la pelota, primero la vida se complejiza y luego nosotros aumentamos nuestros recursos para enfrentar esa complejidad y no al revés. Primero tomás el trabajo y luego aprendés a hacerlo bien. Primero empezás la universidad y luego aprendés a ser estudiante. Primero viene el noviazgo y después aprendés a ser novio o novia. Primero viene la convivencia y después aprendes a convivir. Primero vienen los hijos y después aprendemos a ser padre o madre.

Por eso no dejes que el miedo te detenga y avanzá en tu vida sin esperar a sentirte seguro/a.